En estos momentos la principal obsesión de las marcas es concienciar a su público objetivo como medio para conseguir esas deseadas ventas.
Que la publicidad tradicional ha muerto es algo palpable. Nos llegan acciones especiales y nuevas campañas de comunicación por los más inverosímiles medios. Quien en el sector no se haya percatado de ello está abocado a una muerte profesional lenta, agónica y dolorosa. La época de “hay que vender a toda costa” se vislumbra caduca y anticuada. Ahora la perspectiva de las marcas, que se preocupan en conocer los nuevos comportamientos sociales de sus clientes, apuestan por ideas enfocadas a movilizar su intelecto (o corazón) mas que su cartera.
Según la acepción de la palabra consciente en la R.A.E., es alguien que adquiera “conocimiento de algo, especialmente de los propios actos y sus consecuencia“. Muchas de estas marcas lo que buscan en el siglo XXI – que será conocido como el de las redes sociales – es llevar a cabo este acto buscando incesantemente nuevas formas para ello. Lo demuestran con su contenido especializado o divulgativo, acciones especiales, proyectos con carácter social, colaboraciones b2b, acciones con prescriptores…
¿Y funciona?
La Responsabilidad Social Corporativa ha pasado de ser un acto interno a convertirse en un pilar sobre el que sustentar la base de la comunicación. No cabe duda de que cambiar el “vender” por el “inspirar” – o incluso, si me apuras, por el “luchar por algo” – se trata de un ejercicio muy inteligente de renovación. ¡Pero no perdamos el foco! Las marcas inteligentes no buscan influir sin más, sino influir en su público objetivo, en quien saben que, además, podrán saldar positivamente su balance de ventas anual. En un mercado hipersaturado por la competencia en los que los beneficios diferenciales se diluyen ¿por qué no apostar por una marca que me da algo más?, y si vamos más allá, ¿Por que no apostar por una maca que da algo más “a todos”?
Por supuesto existen voces en contra de que las marcas aprovechen estos temas para vender, pero en cierto modo considero que cualquier acción positiva para la sociedad debe ser bienvenida (aunque esté encubierta con intereses publicitarios, la reflexión que propone es importante igualmente) y, al fin y al cabo, si no estas de acuerdo está en tu mano negarte a comprar dicho producto.
¿Quién se ha lanzado?
Ejemplos como el comentadísimo anuncio de Navidad, que año tras año consigue sacarnos una lagrimita – aunque a no todos los compañeros de Pop Up les guste -, no busca en su fin último transmitirnos que compremos más boletos, sino que seamos capaces de ilusionarnos con ellos.
Al igual ocurre con campañas amparadas en acciones sociales como “Deliciosa Calma” de Campofrío o la acción para cambiar la definición de la palabra “Madre” en la R.A.E. de Puleva. Van directamente a la yugular de la reivindicación y las causas sociales ¡Es imposible que una marca que lucha por temas así no nocas caiga bien a todos!
Y hay incluso acciones más claras y directas. Que una marca de compresas apoye a la mujer no sólo es bueno, sino también natural. Que se preocupe de su salud es mejor aún. Es por ello que la ayuda económico que aporta Ausonia con cada una de sus ventas a la asociación española contra el cáncer se articula como una estrategia que además de estabilizar la venta, consigue empatizar con su público objetivo.
¿Cómo hacerlo?
En POP UP tenemos la fórmula para crear contenidos innovadores y enfocados a nuestros clientes, y aunque no tenemos una varita mágica, podemos definir tres pilares para conseguir que las marcas influyan en su entorno:
- Conócete y conoce a tu público: Es importante no errar el tiro, como indicábamos luchar por algo esta bien… pero luchar por algo que interesa a tu público, además, conseguirá mejorar tu marca. ¿En qué campo puedes destacar? ¡Ve a por ello!
- El que no arriesga, no gana: Está claro que debes tener una mente abierta y sobre todo saber que estas acciones no son infalibles. Por ello se exige un punto de kamikaze capaz de perder su beneficio por una causa social ¿Estas preparado?
- La analítica es tu mejor amiga: No olvides medirlo todo, antes, durante y después. Puede que tu balance de ventas no salga positivo pero… ¿Has conseguido estar en el `top of mind´ de tu sector? ¿Tu repercusión en social media? ¡Hay muchas maneras de ganar!