Actualmente, las colaboraciones con influencers que nos ayuden a dar a conocer nuestras acciones están a la orden del día. ¿Pero qué aspectos debo tener en cuenta a la hora de seleccionar al influencer con el que debo colaborar? Más allá del número de seguidores con los que cuente, o de nuestro presupuesto, es importante valorar otras cuestiones previas para seleccionar el perfil que mejor se adapte a nuestras necesidades:
1. Identificar perfiles
El primer paso será identificar a los perfiles especialistas en las áreas de contenido que desarrollen mi acción.
Cuanto más especializado sea el perfil del influencer, más posibilidades existen de que cuente con gran credibilidad es ese área, y más sea tenida en cuenta su opinión por sus seguidores.
2. Analizar:
- Número de seguidores.
- Es uno de los datos que debemos tener en cuenta, pero no el único. Que un perfil cuente con un gran número de seguidores no asegura que vaya a ayudarme a hacer llegar mi mensaje a todos esos seguidores. Ni que la forma en la que lo transmita sea la correcta.
- Interacción.
- ¿Qué respuesta reciben las publicaciones de ese influencer?
- ¿Tiene muchos “Me gusta”, comentarios, retuits o favoritos? De no tenerlos, indicaría que, a pesar del número de seguidores, éstos no están realmente interesados en los contenidos compartidos por este influencer.
- ¿Interactúa el influencer con los seguidores que comentan sus publicaciones? Si no hay diálogo, vamos a perder una gran oportunidad de que el influencer continúe la labor de difusión de nuestro mensaje mucho más allá de la publicación de los posts que hayamos acordado con él.
- Relación con otras marcas.
- Si un influencer colabora constantemente con otras marcas, es más probable que su audiencia perciba sus opiniones como mensajes de marca, y no como recomendaciones personales, perdiendo así el componente de autenticidad.
- Contenido y tono.
- Hay sectores en los que este aspecto no será especialmente relevante. Si una empresa farmacéutica colabora con un médico especialista para apoyar el lanzamiento de su nueva página web sobre enfermedades raras, el tono va a ser evidentemente académico en todos los perfiles que analicemos.
- No obstante, en algunos sectores como el deporte o el humor, este dato será determinante:
- Probablemente no me interese trabajar con un ferviente (y declarado) seguidor del Real Madrid si quiero llegar a público del Barcelona.
- O asociarme con humoristas cuyos tuits rozan la ilegalidad si quiero usar el humor para acercarme a un público infantil, pero tal vez sí será el candidato perfecto si busco captar al público adolescente a través de mensajes arriesgados.
3. Valorar implicación
Es muy importante valorar previamente el grado de implicación que podemos llegar a obtener por su parte, lo cual dependerá en gran medida de lo atractivo que le resulte el mensaje que debe transmitir.
Se trata más de una cuestión de feeling que de declaración de intenciones. Nuestras primeras conversaciones con el influencer nos permitirán valorar si realmente está interesado en nuestra propuesta o si, por el contrario, se trata de un mero intercambio mercantil.
4. ¿Publicidad o distribución de contenido?
Será mucho más efectiva la colaboración con un influencer si consiste en que nos ayude a distribuir nuestro contenido que si se trata de lanzar eslóganes a sus seguidores.
Esto último perjudica la imagen del influencer, que perderá credibilidad ante sus seguidores, afectando también de firma indirecta a nuestra marca.