Hace unos días abría sus puertas la tienda Primark más grande de España y la segunda del mundo en la calle Gran Vía de Madrid. El día de la inauguración, cientos de personas hacían cola esperando entrar, la expectación que se formó fue increíble. Yo, personalmente, nunca había visto algo igual con motivo del estreno de una tienda. ¡Una auténtica locura!
¿Pero a qué se debe tanto revuelo? ¿Por qué tienen tanto éxito estas tiendas?
Está claro que desde hace años, debido a la crisis fundamentalmente, los hábitos de los consumidores han cambiado y el precio sin duda es algo que la mayoría tienen muy en cuenta.
El sector de la moda no ha sido menos en este aspecto y las cadenas de tiendas de ropa “low cost” son la mejor opción para muchos consumidores. Inditex o H&M fueron los primeros en este modelo de negocio pero mientras en Zara, por ejemplo, su punto fuerte es el “estilo” o en H&M los precios asequibles, en Primark sin duda son los precios extremadamente baratos.
En estas tiendas podemos encontrar camisetas por 1,5€ o vaqueros por 3,5€. Sin duda, auténticos chollos.
Pero, ¿cómo pueden tener unos precios tan bajos?
Muy sencillo, entre otras cosas, porque sus productos están hechos con materiales artificiales y procesos de producción muy baratos. El servicio de atención al cliente que podemos encontrar en sus tiendas se ciñe exclusivamente a la línea de cajas y colocar el producto que tienen expuesto. Además, casi todas sus tiendas se encuentran en centros comerciales a las afueras de las ciudades y por tanto los precios de los alquileres son menores.
Y por último, no invierten en campañas publicitarias. Lo mejor de todo es que tampoco lo necesitan, porque aun así, siguen aumentando sus ventas. Su publicidad son las bolsas, las tiendas enormes y por supuesto generar boca-oreja entre sus consumidores y clientes potenciales haciendo mucho ruido en redes sociales.
Pero sin duda, si hay algo que les permite no hacer este tipo de estrategias tan costosas que muchos de sus competidores si tienen que llevar a cabo es su precio tan bajo porque lo que está claro es que a muchísimos consumidores, en este caso, con eso les basta y con eso… ¡se vuelven locos!