¿Qué ocurre cuando una brand no tiene content?

No podemos obviar el avance social, cultural y económico, ¿por qué hacerlo en el mundo de la comunicación?

En un mercado saturado de productos, competencia e información es cada vez más difícil encontrar no solo un hueco, sino también clientes. Nos encontramos con dos posibles escenarios en los que tu producto o servicio se enfrentará ante su acceso al público:

  1. ¿Es único en el mundo?  Si tu producto o servicio es único en el mundo está claro que debe olvidarse de “la competencia” pero no puede obviar que la demanda es aún pequeña. Para llegar a ese público que no nos conoce – aunque esté ávido de nosotros – es fundamental acercarnos de manera útil y natural.
  2.  ¿Hay muchísima competencia? Si estas dispuesto/a a infravalorar tu producto o servicio y competir por precio, ¡adelante! Será difícil que vendan más que tú, pero olvídate de clientes fieles y entregados. En caso de que quieras posicionar tu producto de otra forma – que es lo más recomendable – tu objetivo debe ser conquistar a tu audiencia a través de lo que más les gusta. ¡Y todos sabemos que lo que más nos gusta es que no interrumpan nuestra vida con molestos anuncios!

Estos dos motivos justifican la apuesta que cualquier marca o empresa debería hacer por el branded content ya que de dicha forma consiguen acercarse al público sin interferir en sus asuntos y asegurándonos de conquistarlos para siempre.  Bien es cierto que no hay fórmulas mágicas, no hay efectividad 100% probada, no existe una aseguradora que dictamine que tu contenido de marca va a ser exitoso; pero sí podemos afirmar que apostar por él es lo que tu empresa necesita en estos momentos.

Pero no todas las marcas están preparadas para apostar por este tipo de comunicación. Puede ser debido a la reticencia a probar algo nuevo o porque no han sabido comprender las nuevas necesidades del mundo del marketing en el siglo XXI pero, ¿son conscientes de lo que ocurre cuando deciden pasar del contenido de marca?.

  • Desconexión con el nuevo público: Como decíamos al principio, los consumidores y la forma de acercarse a los productos no están cambiando ¡es que ya han cambiado!  Es fundamental que para acercarnos a ellos nos adaptemos a su nueva forma de gestionar el conocimiento y la información. Ya no queremos pesados que nos repitan que compremos una y otra vez, buscamos empatía y contenido.
  • Lanzar mensajes confusos: Todos tenemos claro lo que venden, a quién y de qué manera muchas marcas que trabajan su comunicación desde tiempos inmemoriales. Si crees que lo que vende Coca Cola es simplemente una bebida azucarada estás muy equivocado/as, vende “la chispa de la vida, diversión, amistad, familia e incluso erotismo (para su línea light). Si tu marca necesita lanzar unos valores concretos es fundamental no despistar a la audiencia. Si pensamos en campañas limitadas y puntuales, vale, obtendremos gran impacto, pero poco quedará en la mente del consumidor. El BC te ayudará a potenciar esos mensajes a lo largo del tiempo con contenidos aptos y preparados expresamente para ello.
  • Pérdida de frescura y credibilidad: Si tu competidor está dando información, entretenimiento o contenido que tu cliente necesita, ¿quién tiene el poder? A la hora de escoger entre uno u otro – con características similares – ¿de quién se fiarán más los consumidores? ¿de alguien que presume de saber sobre lo que habla o de alguien que simplemente grita al vacío mientras espera una venta?
  • Oportunidad desaprovechada: Si existe la posibilidad de ofrecer algo nuevo e impactante para llevar a tu marca a otro nivel, ¿por qué no aprovecharlo? La utilización del branded content puede convertirse en una herramienta más dentro de tu plan de comunicación.  Hay expertos capaces de ayudarte y encontrar la mejor manera para hacerlo. La sensación de oportunidad desaprovechada puede ser una de las peores en el desarrollo de una empresa.